La primera pregunta que debemos hacernos antes de optar por tomar un viaje en crucero es: ¿Son los cruceros para mi?
No todos los cruceros son iguales, así que puedes encontrar un crucero casi hecho a tu medida. Bien sea que te atraiga la idea de disfrutar de una fiesta por el Caribe con 5,000 otros pasajeros o de pasear tranquilamente por canales europeos con unos cuantos amigos todo es posible abordo de estos gigantes marinos.
En cuanto a la experiencia a bordo, encontrarás mucho con que entretenerte, y no necesitas preocuparte por los mareos porque hay muchísimas formas de evitarlos.
¿Cuándo es el mejor momento de reservar pasajes?
Durante los descuentos anuales, hay rebajas que las ofrecen con bombos y platillos, como la Semana de los cruceros de la Cruise Lines International Association en octubre, y la “temporada de olas”, de enero a marzo. Como incentivo podrían incluir depósitos reducidos, tarifas descontadas, ofertas de dos por el precio de uno, créditos a bordo, tarifas gratuitas para los niños, mejoras de camarotes, propinas prepagadas, paquetes de bebidas incluidos, reservaciones en restaurantes artesanales y excursiones en tierra o tratamientos de spa gratuitos.
Cabinas (camarotes). Los hay dobles con camas separadas o matrimonial, triples y cuádruples que cuentan con camas cucheta que se pliegan hacia la pared. Los hay internos sin ventanas, externos con y sin balcón. Los menos ruidosos son los que están más alejados de los espacios comunes y, esencialmente, de los ascensores. La gran ventaja del camarote interno es el precio: en definitiva, si uno considera que la diversión está puertas para afuera, la cabina será sólo el lugar para dormir y no importa tanto el tamaño. Si, por el contrario, el pasajero busca un espacio de intimidad en el que piensa pasar algo más de tiempo, una cabina más amplia puede ser buena opción.
Comidas. En términos generales, con la compra de un crucero se incluyen todas las comidas. Cada barco es un mundo aparte, pero si hay algo que caracteriza a los cruceros es la gastronomía: se suele decir que en un crucero uno puede comer a toda hora. Hay compañías que asignan turnos para cenar, mientras que otros no requieren reserva, hay barcos con un restaurante y otros con más de 20; opciones gastronómicas en las que algunos restaurantes están incluidos dentro de la tarifa, pero ofrecen otras alternativas más especializadas que requieren abonar un plus.
Escalas y excursiones. Las compañías de cruceros suelen ofrecer excursiones en todas las escalas. Según la compañía elegida, el paseo puede estar incluido (especialmente en los cruceros de expedición, en los que se desciendo en botes zodiac con guías especializados), mientras que en otros se paga aparte.
Equipaje. Los cruceros admiten dos valijas por persona que no excedan los 23 kilos cada una y dos piezas de equipaje de mano. Ojo, si para acceder al crucero hay que tomar un avión habrá que tener en cuenta las franquicias de la compañía aérea, mucho más restringidas que las de un crucero. La vestimenta a bordo suele ser informal y cómoda durante el día: al fin y al cabo, estamos de vacaciones. Para las noches se recomienda algo más formal.